CONQUISTA DEL QULLASUYU

¿Cómo fue el final del gobierno incaico en el Qullasuyu, el comienzo de la dominación española y la renuncia a la autonomía de los wamani? Habría que entender los tres campos: el Inka, los españoles y los Mallku (del Collao y Charcas).

En julio de 1535 Diego de Almagro cruzó el puente flotante de Desaguadero, precedido por el sumo sacerdote del Tawantinsuyu Willaq Uma, el intérprete Felipillo y el Inka Pawllu (medio hermano de Manqu Inka, que estaba aún en Cusco pero que después se sublevaría desde Willkapampa), acompañado por 150 soldados; luego se incorporaría el sacerdote del templo del Sol de Copacabana, Apu Challku Yupanki.

Es por influencia familiar de Pawllu y Challku que los Mallku de Qullasuyu recibieron y atendieron la expedición de Almagro, en Paria, Aullagas, Tupiza (donde le dieron 70.000 pesos de oro chileno), pasando por Salta (Chicoana), Catamarca, llegando al mar a Copiapó (hasta donde gobernaba Challku).

Es cuando Manqu, apoyado por Willaq Uma (que al regresar al Cusco levanta a los wamani del lago Titicaca contra los españoles), se levanta contra Francisco Pizarro, llevando la _wak’a_ del Sol a Vilcabamba y dando guerra en Chinchaysuyu.

En julio de *1538* Hernando Pizarro derrota y degüella a Almagro, pero perdona a Pawllu y le otorga la borla como Inka (en lugar de Manqu).

Para sublevar el Qullasuyu, Manqu le designó a su hermano el orejón *Tisuq*, “grandísimo enemigo de los cristianos”, para negociar con las aristocracias locales aymaras. Además, cuando Challku fue a Cochabamba a facilitar el control de los españoles en esa región, Manqu envió a Tisuq a eliminarlo (en Pocona).

Más que los Pizarro y sus hombres, el que conquistó el Qullasuyu para el Rey de España fue el Inka Pawllu.

En el combate de Desaguadero, Hernando y Gonzalo Pizarro y el nuevo Inka recibieron el apoyo del señor de Azángaro, Waku Tupa, sumándose a ellos *5.000 “indios amigos” de Jatun Qulla, antiguos rivales* de los Lupaqa (aymaras).

Los Lupaqa se organizaron al mando del Mallku Qhari Apasa, pero fueron cediendo hacia Desaguadero (donde también Pawllu salva a los cristianos), garraron un prisionero y lo llevaron al cristiano a sacrificarlo en el adoratorio de Tiwanaku.

Aunque los Uru habían cortado el puente flotante, con miles de balsas igual cruzaron entre pedradas y flechas, y derrotaron en territorio Pakasa a los aymaras y su capitán general Kinti Rawra (apresado); y Tisuq se retiró a Cochabamba, donde organizó buen ejército de Chuis y Charkas, Suras y de otras naciones, contó con el apoyo de Kuysara, Mallku de los Charka y capitán general de la federación aymara en Cochabamba.

CAMPAÑA DE COCHABAMBA

Hernando consiguió “pacificar las provincias de los Carangas y de los Suras” en el altiplano y recoger tesoros. Luego, en Tapacarí fue vencido Tisuq y sus aliados de Charkas, pero que sin embargo siguieron resistiendo.

El soldado Cieza de León cuenta como una epopeya heroica castellana, solo de dos días y una noche, la llegada de Gonzalo Pizarro con sus 70 hombres en los “tambos del Inka”. Dice que los federados de Cochabamba traían “algunos dioses hechos de metal de plata y oro” a quienes darían sacrificios si les dan la victoria, que era el Tata Purqu, _wak’a_ principal de la guerra en las minas de plata del sur; también invocaban al Sol.

El ejército surandino contaba con unos 60.000 campesinos y sus esposas; que cercaban a los 70 cristianos y sus 5.000 “indios amigos”. Dice que, después de la batalla, el señor de los Chicha huyó gritando que “todos somos muertos”; los indios se volvieron espantados y temerosos. Pero fue por el trabajo político de Pawllu. El día siguiente Gonzalo despachó 20 jinetes y 10 rodeleros a Pocona, donde Tisuq había reagrupado las fuerzas de 1.000 indios, pero murieron ahí más de 400. Entonces llegó Hernando con los refuerzos de Cusco. Y fue en Awkimarka, en el camino a Chuquisaca, donde Kuysara pidió la paz.

En realidad la campaña duró varios meses, de *agosto a noviembre de 1538*, de intensos combates. El cerco del valle se levantó cuando llegó Hernando, mientras el Inka Pawllu desarrollaba una iniciativa diplomática. Después de Pocona, Tisuq se retiró entre los Chichas orejones, hasta Humahuaca cerca de Jujuy.

Continuando con el trabajo de Challku, Pawllu estuvo metido en maniobras políticas. Eran varios Mallku que capitaneaban la resistencia de las naciones: Kuysara de Charka, Chawsita/Wayta de Sura (como Umasuyu), Muruq’u de Qaraqara, Warachi de Killaka, Chukichampi de Karanqa (como Urqusuyu), Murutari de Chicha, Aymuru de Yampara, Jarajuri de Chuy, Turumaya/Turikipa de mitimaes de Pocona (como indios de arco y flecha). Kuysara y sus abuelos eran los señores principales de la nación de los Charka, y era cargado en andas y con quitasol de plumerías.

La decisión de resistir a los españoles se había tomado en una “consulta y junta general” donde participaban todos los Mallku de Charkas, bajo la capitanía general de Kuysara, un Hunu Mallku, “señor de 10.000 vasallos”.

Las razones que indujeron a Kuysara a suspender la resistencia fueron el número de indios que morían en los enfrentamientos con los caballos españoles, pero el factor decisivo en esa incertidumbre fue la ofensiva diplomática desarrollada por el Inka Pawllu, que argumentaba en las reuniones con los señores de Charkas que no les quedaba alternativa sino de “dar la obediencia a Su Majestad”, que en las pláticas *“les dijo y mandó que no hiciesen la dicha resistencia a los españoles, porque no había reparo en ellos, porque en las provincias del Cuzco y otras partes de allá abajo estaban sujetos y vencidos”*.

Es en esas pláticas de Awkimarka que habrían planteado la entrega de las minas de Porco, pero seguir ocultado las de Potosí. Así, fueron los Mallku de las dos provincias de Umasuyu (Sura y Charka) quienes en primera instancia aceptaron dar obediencia al Rey de España; luego también Muruq’u, en el río Grande, representando a las tres provincias de Urqusuyu (Qaraqara, Killaka y Karanqa); finalmente también otros señores en la villa de La Plata (Chuquisaca), a la cabeza de Aymuru de los Yampara.

Platt, Tristan; Bouyssi-Cassagne, Thérèse; Harris, Olivia (2010). “Ensayo de Interpretación” en _Qaraqara-Charka. Mallku, Inka y Rey en la provincia de Charcas (siglos XV-XVII). Historia antropológica de una confederación aymara_. La Paz: IFEA / Plural editores.


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