29 de septiembre de 2024

Para explicar un evento (luego, predecir y retrodecir) las leyes científicas recogen la relación causal entre sucesos particulares, en la que la “causa” es un suceso que si no ocurriera (permaneciendo todo lo demás igual) no ocurriría el efecto (otro suceso).

En aymara habrían al menos cuatro maneras de entender la relación causal —diferentes de las formas de expresión condicional—, según la estimación personal o el cambio material.

Por una parte está la finalidad o motivación, expresada por el sufijo causativo -layku, por lo que ocurre una acción. Por ejemplo wawanak-layku-w qhipaqti <por sus hijos se ha quedado>. Que suele aplicarse más a relaciones interpersonales (“por ella”) o a acciones humanas; de ahí que puede referir al aprecio, bienestar o beneficio de otra persona.

Por otro lado se tiene la sucesión de hechos donde algo ocasiona algo, expresada por el sufijo causativo -ya, cuando la acción de un objeto hace acaecer otra cosa (movimiento). Por ejemplo unxta-ya-ña <hacer mover>, jacha-ya-ña <hacer llorar>. El suceso causante puede entenderse como una propiedad que provoca el efecto, como el jachayiri <el que ‘sabe’ hacer llorar>; una disposición de los objetos/sujetos.

También puede estar envuelto la intencionalidad del actor, que denota el término yäni, como pretexto o arbitrariedad con que se hace algo. Por ejemplo se dice kuna yänisa <qué queriendo> habrá procedido de tal manera, o jan yäniwa aptixa <sin motivo ha alzado>. Que suele usarse para señalar una voluntad inapropiada.

En los eventos adyacentes en un acaecimiento, el hecho antecesor se nombra con el sufijo condicional -¨pana, que da lugar a la acción subsecuente. Por ejemplo chhijchi-¨pana mantxtha <por ser granizada me he entrado>, o juyphintipana allinuqañaraki <cuando/por caer la helada hay que extender otra vez (el chuño)>.

La explicación causal está presente en la ciencia natural, que en el aymara puede ser recogido por el yatiña <saber hacer> —y la relación condicional (antecedente-consecuente o la implicación lógica) lo maneja el lup’iña <pensar>— mientras que el amuyaña <entender> puede unir la causalidad y la comprensión del sentido: no solo el ‘por qué’ sino el ‘para qué’, el ‘como qué’… de un seceso en un acontecimiento global.

Habría también acciones o acaecimientos que se dan sin causa manifiesta, justupa <de por sí>, automáticamente o sin una intervención típica. Por ejemplo cuando jan kuns kamachksnasa <no haríamos nada>, pero inapinikiw ukhamaptxi <en vano nomas siempre llega a ser así>.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Descubre más desde Club de Aymara

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo