El aymara tiene una estructura gramatical que puede ser muy diferente al español. Por ejemplo, el aymara tiene una estructura de frases que puede parecer inversa en comparación con el español y usa una serie de sufijos que modifican el significado de las palabras según contexto.
Al ser un idioma originario, el vocabulario del aymara está profundamente ligado a la cultura y el entorno en el que se habla. Esto puede hacer que algunos conceptos o palabras no tengan una traducción exacta o directa al español, lo que dificulta el aprendizaje.